Así te manipula la desinformación. ¿Lo vas a seguir permitiendo?

Agencia deBroca
5 min readApr 21, 2023

No es una primicia que consumamos constantemente fake news pero que sean tan comunes entre nosotros no significa que deberían normalizarse. Aunque sea poco creíble hay personas o grupos que intencionalmente se encargan de compartir contenido engañoso a través de plataformas digitales. Así nace y se constituye la “desinformación organizada”.

Te queremos contar cómo funciona la desinformación, qué busca, cómo se pueden detectar, cuáles son las consecuencias de su propagación y, lo más importante: cómo combatirlas.

La desinformación lucra y se alimenta de tu desconocimiento.

Jean Francois Fogel, académico francés y miembro del consejo rector de la Fundación Gabo menciona en el libro “El periodismo ante la desinformación”, que “la desinformación es una realidad que funciona con una dimensión económica”. Es un negocio y a su vez un contenido en sí mismo. Cuando es negocio, personas o agencias crean contenidos desinformativos para organizaciones o figuras públicas y ganan dinero dinero por la gestión. Además, es un contenido en sí mismo porque organizaciones, plataformas e investigadores estudian el fenómeno, describen sus causas, consecuencias y proponen formas de combatirlas.

Fogel explicó que la desinformación surge como consecuencia de la combinación de la información errónea, que no es precisamente creada para hacer daño, y la información perjudicial o tendenciosa que sí busca dañar. En la región, muchos gobiernos y partidos políticos financian la divulgación de información falsa y líderes de opinión o influencers usan su posición para instalar información y agitar a la ciudadanía como lo ocurrido durante la pandemia en donde muchos sectores se oponían a la aplicación de la vacuna contra la COVID-19.

“Trump fue la revelación de la potencia de la desinformación. Él demuestra que se puede hacer comunicación sin la verdad como algo imprescindible”.

Jean-François Fogel

Periodista y ensayista francés

La desinformación realmente se organiza. Así como leíste, existen grupos o personas que de alguna manera se organizan para crear, difundir e instalar información falsa distorsionando la realidad, manipulando la opinión pública, sus emociones y creencias. Además, modifican la agenda pública y promueven nuevas ideas o posturas sobre un determinado tema.

Algunos de los mecanismos más utilizados para profundizar la polarización social del debate público según la Fundación Gabo son:

  1. Cadenas de whatsapp: pueden estar llenas de mentiras camufladas, con datos falsos o sacadas de contexto, con el fin de manipular la opinión pública o generar dinero con el tráfico que genera el contenido.
  2. Memes: aunque pueden tener carácter humorístico, también son utilizados como vehículos de desinformación y a veces, para activar sentimientos de miedo, superioridad o rabia que buscan una respuesta emocional para que las personas se conecten con ella y la compartan.
  3. Falsos amplificadores: son ejércitos electrónicos que bombardean las redes con rumores y mensajes ambiguos para que los ciudadanos se desorienten, dejen de participar en la toma de decisiones y no participen de una discusión cívica constructiva.

La desinformación se propaga en bucle. Esto significa que las personas buscan confirmar sus opiniones y creencias en el modelo desinformativo en los medios y así confirman que tienen una “visión acertada” de la realidad. Mientras que el medio utiliza a líderes para instalar una narrativa. Después, se da un doble bucle en el sentido contrario cuando el público busca al líder que le dice lo que es acertado y éste a su vez busca un público que le da visibilidad y cobertura favorable.

Es fácil desbordar a los usuarios con un volumen excesivo de información, lo que provoca que procesar mensajes sea más difícil, lento y no es probable que verifiquen su veracidad.

Mucha gente puede compartir contenido falso porque a lo mejor, confirma su opinión. Favorece a la desinformación la masividad y el volumen de shares que puede llegar a tener una publicación, o que algunos temas lleguen hasta a posicionarse como trending topic en twitter. Está comprobado que las personas tienden a adherirse a grupos o ideas que tienen mayor aceptación.

Los 7 pecados de la desinformación

De acuerdo a First Draft una coalición sin fines de lucro creada para brindar herramientas y orientar sobre cómo encontrar, verificar y publicar contenido basadas en otros sitios webs, compartió una serie de elementos que ayudan a verificar noticias en línea.

1. Sátira o parodia: Pese a que su intención no es causar daño, en casos específicos se usa estratégicamente para eludir a los verificadores de información, difundir rumores y posiblemente engañar.

2. Contenido engañoso: Uso engañoso de información para incriminar a alguien o algo.

3. Contenido impostor: Cuando se suplantan fuentes genuinas.

4. Contenido fabricado: Contenido nuevo que es predominantemente falso, diseñado para engañar y perjudicar.

5. Contenido manipulado: Cuando información o imágenes genuinas se manipulan para engañar.

6. Conexión falsa: Cuando los titulares, imágenes o leyendas no confirman el contenido.

7. Contexto falso: Cuando el contenido genuino se difunde con información de contexto falsa.

Alfabetización digital: la clave para combatir las fake news

Para conocer mejor y combatir la desinformación hay que identificar su origen, de dónde sale, cómo circuló, quien o quienes promocionan su contenido, qué busca, sobre qué es el tema, investigar si tiene o tuvo algún efecto inmediato y qué tan relacionada a la coyuntura política se encuentra.

El verdadero desafío está en evangelizar a los usuarios que replican contenidos engañosos sin dimensionar el gran impacto que pueden generar los mismos. Es importante saber identificar las fuentes, consultar qué otros medios reconocidos abordan el mismo tema, y comprobar la autenticidad de las imágenes utilizando, por ejemplo, la búsqueda inversa en google.

Cada vez más existen colectivos que impulsan campañas contra la desinformación, exponiendo sus consecuencias y demostrando que no son veraces. La prensa también dedica mucho tiempo para combatir la desinformación mediante el fact-checking y Facebook elimina miles de cuentas falsas constantemente.

De acuerdo a los estándares internacionales, los gobiernos tienen la obligación de brindar información oportuna, completa, accesible y fidedigna al público, porque con ciudadanos educados la participación democrática es más ordenada y efectiva.

“Contar con ciudadanos informados, educados y que tengan conocimiento. Este es el verdadero poder de la democracia”

Alessandro Baricco

Periodista Italiano

¿Nos espera un futuro lleno de desinformación?

De acuerdo a Fogel, la desinformación tiene un gran futuro porque “pasamos de un mundo de masa a una masa de medios” y se apoya en una base tecnológica y social. Un aspecto que propicia el mantenimiento de la desinformación tiene que ver con el acceso a aparatos móviles, conexión a internet y el número de usuarios activos en plataformas sociales. En latinoamérica, por ejemplo, WhatsApp es la red social más utilizada.

Un segundo factor determinante es el auge de la deepfake que utilizando la inteligencia artificial edita y crea vídeos o nuevas imágenes a partir de imágenes ya existentes e imitan caras, gestos y hasta la propia voz de personas y así que simulan ser reales.

Verificar las noticias seguirá siendo un desafío para los usuarios puesto que cada vez es más difícil estar seguros de qué es verdad y que no.

“Estamos en una etapa de abundancia de caos informativo que se va a profundizar, sometido a una fragmentación mucho mayor que la que estamos viviendo ahora”

Silvio Waisbord

Académico argentino

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